Uno de los efectos secundarios de estar embarazada, que rara vez se menciona, es que muchas mujeres experimentan congestión nasal crónica y nariz tapada. Las hormonas del embarazo afectan tus mucosas, las hacen hincharse, lo que provoca que la nariz produzca moco, gotee o se tape por completo, dificultando así tu respiración.
Puedes sentirte molesta y fatigada por tener la nariz tapada, si es algo constante. Igualmente, una nariz que gotea constantemente puede ser tediosa. Esto también puede llevar a que respires con más ruido por la noche, lo que incluso puede ser incómodo para tu pareja.
¿Es peligroso tener mucosas hinchadas?
En esencia, no es peligroso para ti ni para el bebé tener mucosas hinchadas, y no causará ningún daño duradero. Hay un mayor riesgo de sinusitis, pero sobre todo es un problema porque te molesta en la vida diaria y hace que el embarazo sea menos agradable.
Lo que puedes hacer
Hay varios trucos típicos que se pueden usar contra una nariz tapada. Prueba, si es posible:
- Gotas de agua salina en tu nariz. Los aerosoles nasales con medicamentos pueden ser perjudiciales para las embarazadas, por lo que es mejor ceñirse a agua salina normal.
- Toma baños calientes y, si es posible, un baño de vapor. Usa gotas de menta o algo similar que entre en la nariz cuando respires.
- Duerme con la cabeza elevada sobre varias almohadas durante la noche. Esto también hará que tu sueño sea más fácil. Puedes considerar invertir en una almohada de embarazo.