Durante el embarazo, varias mujeres experimentan sensaciones extrañas en diferentes partes del cuerpo. Muchas de ellas pueden ser incómodas y a veces incluso dolorosas. La mayoría de las mujeres embarazadas experimentarán dolor en los ligamentos en cierta medida.
Como su nombre indica, estos dolores provienen de lo que se llama "ligamentos". Los ligamentos pueden describirse como pequeñas bandas que cumplen la función esencial de mantener el útero en su lugar. La zona inguinal es donde se pueden encontrar. En otras palabras, se pueden encontrar en la parte inferior del abdomen y se extienden hasta las caderas. No es ninguna sorpresa que el útero crezca enormemente durante el embarazo. Desde no ser más grande que una mandarina hasta ser lo suficientemente grande como para llegar hasta las costillas.
Para seguir manteniendo el útero en su lugar, los ligamentos deben estirarse. Esto se puede comparar con bandas elásticas. A medida que el útero crece, las bandas elásticas se estiran completamente. Es este estiramiento lo que provoca el dolor en los ligamentos. Estos dolores suelen empeorar a medida que te mueves y giras el cuerpo, ya que en ese caso también estás girando los ligamentos. El dolor en los ligamentos en sí es inofensivo, aunque puede ser una fuente de gran irritación.
Lo mejor que puedes hacer para reducir el dolor en los ligamentos es evitar torcer demasiado tu cuerpo. Si es muy malo, intenta colocar una bolsa de agua caliente donde sientes el dolor. Si es especialmente malo, puede aliviarse con algo de paracetamol (Pinex, Panodil, etc.). Vale la pena recordar que es completamente natural sentir estos dolores y que no son en sí mismos un peligro, así que no hay nada que temer.