Cuando tu pequeño milagro anuncia su llegada, tu vida se pone patas arriba. El sueño es solo una de las áreas donde tus rutinas anteriores ya no serán como solían ser. Es tanto normal como natural que pases por diferentes fases en el primer largo tiempo como madre reciente.
Hay fases de alegría abrumadora, fases de cansancio inquebrantable, fases de duda e inseguridad y muchos otros períodos.
Convertirse en madre cambiará tanto tu estilo de vida, tu actitud hacia la vida y tu futuro. A continuación, puedes leer más sobre las experiencias que compartes como madre reciente con miles de otras madres recientes. Y encontrarás los mejores consejos que pueden ayudarte en los primeros meses de vida de tu bebé.
Consejo #1: Organiza los preparativos prácticos durante el embarazo
Te beneficiará, cuando tu bebé haya llegado al mundo, que no tengas que gastar tiempo y energía mental en manejar las tareas básicas y prácticas. Mientras disfrutas de la vida creciente en tu vientre, es bueno aprovechar el tiempo (y la calma) para manejar todas las tareas que deben prepararse antes de que tu bebé llegue al mundo. Esto puede incluir, entre otras cosas, comprar el equipo necesario para el bebé.
Tan pronto como tu milagro haya llegado al mundo y tenga su número de identificación personal, tú y el padre del bebé deben considerar la elección de una guardería o una sala de bebés. Esto les beneficiará en cuanto a cumplir sus deseos por un lugar específico, cuando se adelanten a inscribir a su hijo.
Consejo #2: Escucha cuando tengas dudas
Se presentarán muchas situaciones en las que dudarás si estás haciendo lo correcto con respecto a tu pequeño bebé. La duda y la inseguridad pueden surgir de los bienintencionados consejos de amigas o abuelos, o de que te compares a ti misma y a tu bebé con información de blogs y descripciones de otras madres recientes.
Querramos o no, terminamos comparando nuestra manera de cuidar, atender y educar a nuestros hijos con la de otros padres. Como madre primeriza, no hay experiencias de las cuales apoyarse, y es aquí donde muchas veces deberás confiar en tu propio instinto cuando tengas dudas.
Cuando se trata de la salud y el bienestar del bebé, es principalmente a la enfermera de salud a quien debes escuchar y considerar. Y aún en este caso, vale la pena recordar que los consejos de la enfermera de salud son solo eso: consejos, no requisitos. Tú conoces mejor a tu bebé, y por lo tanto, a menudo eres tú quien conoce las respuestas sobre cómo abordar diferentes desafíos y áreas de duda.
Consejo #3: Sé honesta y pide ayuda
Si hay algo que toda madre reciente conoce, es la necesidad de, de vez en cuando, tomarse un pequeño descanso y recibir un buen consejo. No hay una receta sobre cómo debe ser una madre. Convertirse en madre es un desarrollo personal y un asunto individual. Las mujeres son muy diferentes, y por lo tanto, las madres también lo son.
Es completamente normal necesitar preguntar a una amiga con más hijos por consejos o a tu propia madre.
Todas las madres pasan por fases de duda, donde han buscado conocimiento en otras mujeres que han estado en su situación. Es mucho mejor pedir ayuda para el cuidado o tareas prácticas, para que evites imponerte presión psicológica, que al final puede afectar tanto a ti como a tu bebé.
Consejo #4: Ten paciencia con respecto a la lactancia
Un gran punto de enfoque al convertirse en madre se refiere a la lactancia. Para muchas madres primerizas, puede ser una gran presión psicológica no poder amamantar desde el principio. En este sentido, es importante que sepas que muchas madres recién paridas enfrentan desafíos al amamantar en las primeras semanas después del parto.
Te puede costar tanto energía mental como un importante bienestar si pasas tiempo frustrándote o preocupándote porque tu pequeño hijo o hija no amamanta de manera 100% efectiva desde el principio.
Requiere adaptación, y prácticamente todos los bebés aprenden a hacerlo.
Consejo: Un sujetador de lactancia puede hacer que el tiempo de lactancia sea más fácil.
Consejo #5: Recuerda cuidarte a ti misma y da espacio al padre
La vida con un pequeño bebé es desafiante, activa, exigente y maravillosa. Puedes caer fácilmente en una rutina donde tu hijo ocupa casi todo tu tiempo, y donde se convierte en un desafío simplemente poder ir al baño. Asegúrate de tener preparados bocadillos para ti, para que no te quedes sin energía si hay horas seguidas en las que no puedes preparar comidas.
Este aspecto es especialmente importante para ti que amamantas. Intenta preparar porciones más grandes de comida a la vez, para que puedas congelar comidas fáciles. Zanahorias frescas, nueces, pan y embutidos, así como fruta fresca, son oro tener siempre en la cocina, para que puedas nutrirte a ti misma y, a través de eso, a tu bebé.
A veces puede ser necesario desconectar completamente cuando tu bebé duerme. Aquí es donde los diversos servicios de streaming pueden ayudarte. Ya sea que prefieras ver películas en tu iPad o seguir tus series favoritas frente al televisor, depende completamente de ti.
Convertirse en madre no solo afectará tu estilo de vida, sino también tu cuerpo. Asegúrate de tener ropa cómoda disponible que puedas usar en los primeros meses después del parto. Es agradable y relajante llevar ropa suelta que no apriete (esto también hará que te vistes mucho más rápido por la mañana).
Recordarte a ti misma como madre primeriza da espacio para que el padre del bebé pueda tomar el relevo. Mientras tú puedes descansar, el padre puede crear lazos con su bebé al cambiar pañales, cuidar y jugar.
Consejo #6: Asegúrate de tener un fular
Un fular es un equipo imprescindible que debes tener disponible en casa. Con él, puedes realizar tareas prácticas y asegurarte de que tu bebé tenga mucho contacto cercano contigo (o con el padre). Hay muchos fulares hermosos que varían en materiales, tamaños y diseños. Puede ser útil tener 2 fulares, para que uno pueda lavarse mientras el otro está en uso.